Gastronomía
Salamanca es una provincia para perderse y perder los sentidos. Un paraíso para poder disfrutar de suculentas entradas como el jamón de Guijuelo, embutidos ibéricos, el tradicional hornazo o el farinato de Ciudad Rodrigo; platos de cuchara a base de lentejas de La Armuña o garbanzos de Pedrosillo; segundos de carne de morucha o ternera charra, y postres con quesos de Las Arribes... todo bien regado con caldos de Arribes del Duero o de la Sierra. ¡Entra en esta despensa de calidad y disfruta de la buena mesa!
Muchos de los productos más tradicionales de Salamanca cuentan con Denominación de Origen, Identificación Geográfica Protegida y Marca de Garantía.
Aceite. De oliva virgen extra
Frutado, denso, de intensa fragancia y toque picante.
Cereza de la Sierra de Francia
Si hay una fruta con la que identificar a Salamanca, esa es la cereza.
Hornazo de Salamanca. El mejor sabor de la tradición
En el calendario salmantino es muy frecuente encontrar unidos la fiesta y el hornazo. Pero si hay una celebración que identifique a ambos esa es el Lunes de Aguas, cuando los salmantinos salen a merendar al campo como colofón a la Cuaresma y la Semana Santa.
El farinato
Entre los afamados embutidos salmantinos se encuentra el farinato, producto típico por excelencia de la tierra de Ciudad Rodrigo. En dicha localidad tiene tal importancia que hasta sus habitantes reciben también el apodo de “farinatos”.
Queso Arribes. Leche cruda de oveja
El paisaje del noroeste salmantino, salpicado de encinares, robledales adehesados y campos de cultivo, se transforma en bancales junto al río Duero y sus cañones. Estas especiales condiciones hacen que los pastos y la vegetación de monte bajo sean excelentes para cualquier ganado.
Ibéricos de Salamanca. Calidad certificada
Decir Ibéricos de Salamanca es decir ibéricos de calidad. Reconocida en 2005, esta Marca de Garantía ampara seleccionados productos ibéricos salmantinos, en concreto lomos, chorizos, salchichones, jamones y paletas.