Queso Arribes. Leche cruda de oveja
El paisaje del noroeste salmantino, salpicado de encinares, robledales adehesados y campos de cultivo, se transforma en bancales junto al río Duero y sus cañones. Estas especiales condiciones hacen que los pastos y la vegetación de monte bajo sean excelentes para cualquier ganado.
De hecho, a finales del siglo XIX aparecieron numerosos rebaños de ovejas de leche; con su producción se inició la fabricación artesanal de queso, al principio con carácter familiar y más tarde empresarial. Así ha surgido el queso Arribes de Salamanca, reconocido como Marca de Garantía.
Uno de sus secretos es la elaboración con métodos tradicionales a base de leche cruda de oveja. A la vista presenta abundantes ojos, homogéneamente distribuidos. Es de agradable olor y un aroma muy desarrollado, con reminiscencias a leche de oveja y mantequilla.
Su gusto evoluciona hacia sabores afrutados de granos secos, duros, y toques ligeramente picantes, que se hacen más intensos a medida que avanza su curación.