Pasar al contenido principal
  • Traditional Fiestas in La Alberca: Diagosto
    Traditional Fiestas in La Alberca: Loa

Fiestas ligadas a la tradición

Hablar de La Alberca es decir tradición: en las calles y rincones, en las casas de entramado serrano y en las arraigadas celebraciones. En este calendario festivo hay dos celebraciones que destacan sobre el resto: el Ofertorio y La Loa, declaradas de interés turístico nacional.

Desde hace más de cinco siglos, el 15 de agosto se celebra el Diagosto, en honor de Nuestra Señora de la Asunción. En la bella plaza mayor, mayordomos y vecinos realizan ofrendas y bailan ante la imagen de la Virgen, ataviados con los más preciosos trajes y joyerías.

De hecho, es una ocasión única para contemplar el espléndido traje de vistas de este pueblo, considerado el más vistoso de los trajes regionales en el panorama nacional.

Al día siguiente, junto al atrio de la iglesia, se celebra La Loa. Se trata de un auto sacramental de origen medieval, en el que vecinos del pueblo se vuelven protagonistas de la representación. Ángeles y demonios comparten escenario en una lucha en la que triunfará el bien sobre el mal.

El Corpus Christi es otra de las fiestas albercanas donde la hermosa arquitectura tradicional de este pueblo brilla con luz propia. Ese día los vecinos se afanan en engalanar (o “pulir”) balcones y ventanas con colchas, mantones, etc. mostrando bellos bordados serranos. Un crespón negro sobre el paño o colcha bordada indica que la familia está de luto.

Paños en lo alto y tomillo en el suelo, color y aroma. Así se adornan las calles por las que discurre la procesión con la custodia del Santísimo. El recorrido está jalonado por diversos altares, bellamente decorados con manteles, flores e imágenes del Niño Jesús.

El primer altar se encuentra en la atractiva plaza mayor. Hasta allí portarán el palio las autoridades municipales, donde lo ceden a los mayordomos. Ellos lo llevarán durante el resto de la procesión.

En el atrio de la iglesia, el Solano Bajero, se celebra el ofertorio con gran solemnidad. Mayordomos y cofrades, vestidos con sobrias capas, se arrodillan tres veces sin dar la espalda al Santísimo. Los niños que ese año han tomado la primera comunión arrojan pétalos de rosas cuando se eleva la custodia. 

Galería