Las Quilamas
Al sur de la provincia el relieve se torna accidentado con cumbres no muy elevadas (Pico Cervero 1.463 m.) y abundantes valles, por los que discurren arroyos como el Quilamas o la Palla.
El paisaje se cubre de un magnífico bosque mediterráneo, que sirve de unión entre las dehesas de encina y el próximo parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia.
Abunda el roble melojo y, junto a él, aparecen madroños, alcornoques, brezales y encinas, que se convierten en excepcionales bosques mixtos de castaños y acebales allá donde las umbrías aportan humedad y protección, como en la Honfría.
Buitre negro, cigüeña negra, alimoche, águila real, halcón peregrino… son algunas de las aves más habituales; también son frecuentes el jabalí, el gato montés, el tejón, la nutria, el zorro y el conejo.
Al pasear por este espacio natural, ideal para hacer senderismo, es posible oír los susurros de la reina Quilama, que vaga por estos parajes custodiando un tesoro escondido en lo más profundo de su cueva; dicen que se halla frente al pico del Castillo, encantando con sus lamentos y canciones a los que intentan sustraerlo.