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    Camino de los trasiegos

Camino de los trasiegos

Sobre una hermosa calzada empedrada que une las localidades serranas de San Miguel de Valero y Valero se asienta el primer tramo del Camino de los Trasiegos.

El trazado señalizado, de unos tres kilómetros y medio en descenso, atraviesa frondosos bosques de encinares y castaños situados en ladera y ofrece espléndidas vistas del valle de las Quilamas.

También permite recrearse con antiguas construcciones, testigos del duro quehacer de estas gentes, como una singular era construida con losas de granito donde se aventaba la cebada, o bancales dedicados al cultivo de la vid o el olivo.

Su nombre “de los trasiegos” evoca a tiempos de transporte e intercambio de mercaderías, entre las que actualmente destaca la miel y el polen. El camino fue también muy utilizado durante la época del estraperlo, que intentaba evitar el pago de impuestos por las transacciones comerciales.

Está dirigido a un público amplio, con una dificultad media y un tiempo de recorrido estimado que no llega a dos horas.

La miel es sin duda el producto estrella de esta zona, no en vano, Valero y sus alrededores desde la Edad Media y hasta hoy en día, contribuyen notablemente a que la provincia de Salamanca sea la primera productora de miel de Castilla y León.

Entre la oferta gastronómica de la Sierra de Francia – Quilamas destacan  las carnes a la brasa, el cabrito cuchifrito, los embutidos, el hornazo y los platos de setas en temporada así como los postres en los que la miel es la protagonista: turrones, obleas, perrunillas, mantecados y rosquillas. Destacan igualmente los excelentes vinos de la Denominación de Origen Sierra de Salamanca.

Para aquellos que realicen esta ruta en época estival, un espacio muy apetecible es la piscina natural de Valero, conocida como el Charco del Pozo, y que tiene sus orígenes en una antigua fábrica de luz construida en el año 1920.

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