Ubicado en una antigua casa chacinera de principios del siglo XX se encuentra este museo etnográfico diferente. Está centrado en la actividad económica principal de la localidad, la chacinería, que le daría especial fama en los siglos XVIII y XIX.
Un ingeniero melillense enamorado de Béjar, David Melul, fue el primer benefactor y promotor de este museo que pretende rendir homenaje a los judíos españoles, los sefardíes.