Castillo de Puente del Congosto
Pocas imágenes existen en Salamanca tan bellas como la de Puente del Congosto con el impetuoso río Tormes, el puente medieval y el castillo. De hecho, la función primordial de este último era defender el paso por el puente, por donde transcurre la Cañada Real Soriana Occidental.
La fortaleza comenzó a construirse a mediados del siglo XV por el señor de estas tierras, Gil González. Diversos avatares la adscribieron a la orden de Calatrava y, tras la guerra de las Comunidades, quedó ligada a la Casa de Alba.
Durante la Guerra de la Independencia un destacamento francés le produjo serios destrozos. Comienza su declinar en 1881 con la desaparición del derecho de cobro del paso del ganado, el “pontazgo”. Posteriormente, es adquirido por una familia que lo restaura y hace de él su vivienda particular.
El castillo tiene forma hexagonal irregular, con un cubo en un extremo de la cerca y un gran patio de armas que da el acceso al recinto interior. En su perfil destaca la Torre del Homenaje, distribuida en cuatro plantas, que culmina con la terraza superior; desde allí se obtienen magníficas vistas de este conjunto plenamente medieval. La parte más alta está rematada de almenas con matacanes.
Nota: solamente visita exterior.