Jamón de Guijuelo
Existen pocas sensaciones comparables a saborear una loncha de Jamón de Guijuelo. De color rojo profundo o rosa pálido, la carne magra presenta suaves reflejos y brillos de grasa. Su intenso aroma y el sabor envolvente convierten su degustación en un auténtico placer.
Cerdos ibéricos, criados en montanera en las extensas dehesas del oeste del país, constituyen la materia prima. De sus correrías y su cuidada alimentación provienen el olor y sabor especiales de jamones y perniles.
A más de 1.000 metros de altitud y orientada a los vientos de la sierra, Guijuelo y otras localidades próximas se han especializado en la elaboración artesanal y curación de esta chacina en sus secaderos y bodegas. De hecho, en la comarca se sacrifican más del 60% de los cerdos ibéricos del total del país.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen controla y garantiza la calidad a través los servicios técnicos; éstos comprueban que se cumplen los periodos mínimos de curación de las piezas, así como su trazabilidad y correcta identificación. El resultado, un jamón calificado como “Excelente”.
La Ruta del Jamón
Un grupo de industriales del jamón ibérico, unidos por la dedicación al proceso de curación de estos productos y el interés por mostrar toda una historia de generaciones de artesanos, se han unido para crear la Ruta del Jamón Ibérico.
Esta ruta incluye la posibilidad de realizar una visita guiada al Museo de la Industria Chacinera; la visita a una fábrica de la mano de un maestro chacinero; y una degustación didáctica de los productos ibéricos.