Y disfruta de dos imponentes afluentes del río Duero, el Tormes y el Águeda, que con sus grandes embalses, y junto a las cuencas del Huebra y el Yeltes, atraviesan la provincia salmantina dibujando un escenario privilegiado para la práctica de la pesca deportiva.
Si hay tiempo, merece la pena visitar la comarca de Guijuelo y, sobre todo, degustar los productos tan preciados del cerdo, como es el jamón, y disfrutar de fiestas tradicionales como la matanza.
La ruta “De la cuna al sepulcro” une las dos ciudades teresianas por excelencia, Ávila y Alba de Tormes, y ofrece al peregrino un recorrido histórico y espiritual tras los pasos de la Santa Andariega.