Centro BTT de Aldeadávila de la Ribera
Desde el Centro BTT de Aldeadávila parten 8 rutas para la práctica de la bicicleta de montaña, tres de dificultad baja, una de media y cuatro de alta dificultad. Algo más de 250 kilómetros de caminos correctamente señalizados y clasificados según su dificultad, que unen la población de Aldeadávila de la Ribera con Masueco, La Zarza de Pumareda y Mieza, pasando por algunos de los parajes más bellos y representativos de Las Arribes, como el Pozo de los Humos en Masueco, El Picón de Felipe el Adeadávila, el Mirador de La Code en Mieza, etc.
El ciclista podrá disfrutar de trazados de gran diversidad técnica, desde los de escasa dureza hasta los que exigen un mayor dominio de la técnica de la bicicleta de montaña.
Así mismo, la red de senderos señalizados dispone de siete variantes de diversa dificultad que conducen al ciclista por caminos de ida y vuelta, a miradores privilegiados, así como a algunos otros puntos de gran interés natural.
La bici se convierte en el vehículo ideal para hacer turismo por esta zona de la provincia. Merece la pena visitar la localidad de Aldeadávila de la Ribera coronado por la torre del siglo XVI, sus ermitas, las casonas blasonadas, y la arquitectura popular son otros de los atractivos de este pueblo. Además en todo su término municipal el ciclista podrá discurrir entre olivos centenarios, viñedos repletos de uvas y almendros que en época de floración son todo un espectáculo. Igualmente la visión desde sus miradores es sobrecogedora.
En este recorrido se puede disfrutar también de La Zarza de Pumareda, población para admirar su arquitectura popular donde la piedra y el barro se convierten en protagonistas. Además, la Cascada del Polvorín de aguas cristalinas y los molinos harineros convierten a estas tierras en un lugar donde el pedaleo se convierte en experiencia.
La ruta atraviesa además la población de Mieza, reconocida por sus numerosos miradores al Duero: Mirador del Cura, del Águila, al Colagón del Tío Paco, a la Peña de la Salve, o al impresionante Mirador de La Code, entre otros muchos. Es en el Mirador de La Code donde el ciclista puede contemplar una de las vistas más bellas del encajonamiento del Duero a su paso por estas tierras. Son tradicionales de Mieza las roscas de almendra, el aguardiente, las empanadas, los embutidos, el cabrito y el vino.
Es imprescindible hacer una parada en Masueco de la Ribera, uno de los municipios con mayores y más relevantes recursos naturales y patrimoniales de Las Arribes del Duero.
El río Uces define la personalidad de esta localidad arribeña, encajándose hasta desembocar en el conocido Pozo de los Humos, una cascada de más de 50 metros de desnivel que debe su nombre a la nube de vapor de agua que produce su vertiginoso salto. Al espectáculo visual y natural del Pozo de los Humos se suman otros saltos, cachoneras, ollas gigantescas escavadas por el agua en la roca con su sempiterno discurrir, o numerosos molinos harineros, ya abandonados, que fueron levantados a las orillas del Uces.
Su casco urbano está también salpicado de pequeñas joyas patrimoniales como su iglesia parroquial del siglo XV, con su torre desplazada más de 40 centímetros; su Ermita del Humilladero; el Seminario Viejo del siglo XVII; sus recuperados lavaderos públicos, etc. En la Palla Rubia, alejada del casco urbano, se encuentran también unas pinturas rupestres de gran valor arqueológico.