Aceite. De oliva virgen extra
Frutado, denso, de intensa fragancia y toque picante. Así es el aceite de oliva virgen extra que se elabora en los parques naturales de Las Arribes y las Sierras de Francia y de Béjar, lo que aporta notas singulares al preciado zumo de la aceituna. Ese gran valor medioambiental queda patente en la declaración de las sierras del sur como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
En el paisaje llaman la atención los olivares, cultivados en bancales, esas parcelas aterrazadas sobre las pendientes, que dan idea del esfuerzo y mimo de los agricultores. Tras la recolección, la elaboración se realiza en alguna de las seis almazaras existentes, dando como resultado una limitada pero muy cuidada producción.
En el sur abunda la variedad manzanilla cacereña, buena para verdeo y destinada básicamente a mesa. También existen variedades autóctonas, como la zorzal de Las Arribes y la cornicabra, con matices sobre la toledana. En la Sierra de Francia se intenta recuperar la ocal.
Catas dirigidas, rutas, visitas a olivares… son variadas las experiencias de oleoturismo que se ofrecen al visitante, que le van a permitir adentrarse en la nueva cultura del aceite.