Este espacio aglutina las tierras cerealistas del nordeste de la provincia; se trata de paisajes de diáfanos horizontes, interrumpidos sólo por los campanarios de los pueblos. La nota de color viene dada por algunos humedales, como el azud de Riolobos, o de pequeños arroyos que vierten al río Tormes.

Peñaranda de Bracamonte destaca como centro comarcal, con su conjunto de plazas porticadas; en el convento de las Carmelitas se halla una de las más importantes colecciones de pintura napolitana de la región. Alba de Tormes, cuna de la Casa de Alba, alberga el corazón y el brazo de Teresa de Jesús, la santa andariega.

En esta comarca se encuentran hermosas iglesias  mudéjares, con magníficos artesonados como los de Macotera, Cantaracillo, Rágama, Turra de Alba, Villoria, Tordillos o Villar de Gallimazo.

Otros templos destacan por sus soberbios retablos. Es el caso de Santiago de la Puebla, Peñaranda de Bracamonte, Villares de la Reina, Aldeaseca de la Armuña, o Palencia de Negrilla.

Y para recuperar fuerzas, nada mejor que sentarse a la mesa y degustar los suculentos asados que le han dado fama a esta comarca.